El Kung-Fu es la técnica de combate más antigua que ha mantenido su tradición ininterrumpidamente desde sus orígenes hasta nuestros días. A lo largo de 5.000 años, forma y contenido han sufrido numerosas modificaciones sustanciales, suscitando el aporte de estudios por importantes Maestros de distintas épocas y regiones.
En la evolución de la organización social, que desplaza el combate personal por la lucha de masas, la lid individual típicamente caballeresca ha quedado sin sentido; pero el valor formativo que entrena la lucha ha representado el primer patrimonio del hombre y nadie puede negarlo, incluso hoy la educación psicológica.
El principio del combate, como medio ofensivo-defensivo, lo transforma en un muy efectivo medio de expresión de sí mismo, sin artificios, ni falsedades.
Está comprobado que un individuo que adquiere una disciplina puede enfrentar cualquier situación con mayores posibilidades de éxito, dado que cuenta con un medio para controlar sus miedos, angustias y demás presiones. Mejora su capacidad de concentración, se comporta de manera más segura y decidida.
Qué significan «Kung Fu» y «Wu Shu»?
El término “kung fu” significa “habilidad, experiencia o destreza” en cualquier cosa. Al ser introducido en occidente, por error de interpretación, se lo tradujo como “arte marcial”; pero la pronunciación para este término es “wu shu”.
Por lo tanto el wu shu kung fu, arte chino, significa “habilidad o destreza en el arte marcial”, y es practicado para promoción de la salud, cultivo del espíritu y la defensa propia.
En qué se basa su enseñanza filosófica?
La enseñanza filosófica está basada en la búsqueda constante del “yo”, porque es en vano adquirir dominio técnico si no se contribuye a la expansión de la personalidad, por eso es un “arte” y no una simple forma de pelea.
Entonces podemos observar que junto a la técnica de combate, el kung fu se preocupa por la ética del practicante, su salud, la armonía del ser e incluso su visión cósmica; por eso se enlaza indisolublemente con el ideograma que representa al Tao, de acuerdo con las leyes que rigen a la naturaleza universal según la milenaria cultura china.
La estructura básica se apoya en la teoría del yin-yang, proveniente del Taoísmo, fuerzas mutuamente complementarias que actúan constantemente en este Universo, es por esto que la práctica nos enseña a buscar y establecer un equilibrio en todos los órdenes de nuestras actividades. La aplicación de la teoría del yin-yang es conocida como “ley de la armonía”.
De todo lo dicho anteriormente se puede notar que el kung fu no es una mera técnica de pelea para la agresión o violencia, ya que inutilizar a un oponente no es su fin principal. Es una filosofía de vida, es tener gran paciencia y constancia, es aprovechar los errores y lecciones de nuestras experiencias, es buscar un equilibrio emocional. Es decir, hay muchos aspectos colaterales que además de enseñar a luchar nos enseñar a vivir.
Como mencionábamos anteriormente, Wu shu significa literalmente arte marcial, pero también se lo entiende en su aplicación como guerrero o guardián. Nos orienta hacia la formación de un guerrero completo, con un conocimiento “profundo” sobre la vida, un conocimiento de las ciencias y artes naturales que lo llevan a entender el funcionamiento del mundo, dando la oportunidad de ser realmente libres. Por supuesto, lo rige un código ético donde el honor, la verdad y el respeto prevalecen, como también la ayuda al prójimo para la propia superación espiritual y la evolución de su vida.